Si hablamos de arte, pensamos, ¿nace o se hace? Bueno, el artista nace, pero el entorno donde vive configura su formación.
Este es el caso de Caro Guarinos, en la que entrañamos en su entorno y nos encontramos con su abuelo paterno que ya era buen pintor y caricaturista, y muy apreciado por la sociedad Alcoyana.
Su padre, gran artista de la madera y creador de innovaciones y formas de gran calidad y personalidad, por lo que en base, influyen en Caro.
Su pintura al pastel llega a la perfección, donde su calidad en el dibujo, su exquisita sensibilidad y su dominio para la mezcla de colores, la consagran como uno de sus recursos más logrados.
Lo primero que hay que advertir en Caro, es su maestría en la anatomía humana, llena las facetas más difíciles de la pintura. Pero su predisposición para el retrato. Faceta que llega con tanta perfección que sus obras están llenas de vida.